Es uno de los mejores compositores patrios. Se lo ha ganado a pulso desde aquel lejano ' Salitre 48 ' (Universal Music, 2001. Quedamos en Malasaña, y charlamos largo y tendido. Confiesa que le gusta tocar en teatros: « Hay menos ruido y el público está más atento ». Se considera un músico de club, porque viene de allí. «Si queremos cuidar a la cantera que está empezando y que quiere abrirse camino, deberíamos estar obligados a cuidar, mantener y proteger las salas, porque ahí es donde empieza todo», afirma convencido. Asegura que vivimos una época de exceso de información, que le abruma y le frustra por la imposibilidad de asimilarla y que todo sucede demasiado rápido.Cuando compone, busca la profundidad, el arreglo idóneo, extraer algo nuevo. « Hago discos y canciones con la esperanza de que el paso del tiempo les siente bien , y que dentro de diez años no suene oxidado el mensaje o la letra. Que no haya perdido la vigencia, la validez, la magia». Otorga mucha importancia a su equipo, a su productor (ahora Toni Brunet), a sus músicos. Trabajó en el pasado con Carlos Raya, Ricky Faulkner y Brad Jones. «También supone un reto trabajar con gente que haga sonar mis canciones de una manera en la que yo no había pensado», subraya.Noticia Relacionada estandar Si Vuelve El Último de la Fila: «Para nosotros la música era un tema de vida o muerte» Andrés Castaño El dúo formado por Manolo García y Quimi, que entre 1985 y 1995 vendieron más de tres millones y medio de copias, regresa a los escenarios con 9 conciertos—Titular un disco con el año de su nacimiento. ¿Cuál es el motivo?—Tiene varios motivos. Por estética pura y dura me apetecía titular uno de mis discos con una cifra, porque no lo había hecho antes. Y '1973' no estaba cogido. Aunque he recordado que estuve haciendo una colaboración en el disco '1973' del grupo Bide Ertzean, unos periodistas del País Vasco que ya no están en activo. El disco tiene algo de coral. Habla de 'nosotros' más que de mí. De la gente que nacimos en los 60, los 70 o en los 80. Me apetecía llamarlo así por nuestro amor por los discos de los 70, que es mi época favorita de la música. Barajé otros títulos, 'La caja de herramientas' y 'Coleccionistas', pero me parecía más estético y más rotundo llamarlo '1973'.—Este disco habla más bien de madurez. ¿Cree que también desprende nostalgia o es más bien una mirada con cariño al pasado?—Es más una visión retrospectiva con cariño y autocariño que nostálgica. No me considero para nada nostálgico, pese a lo que se pueda pensar. Sí que soy un poco sentimental, y sensible, pero no me gusta para nada quedarme anclado en el pasado, ni contar batallitas, ni sacar demasiado el anecdotario. De hecho, creo que el disco habla sobre todo de cómo esta generación de los 70 nos enfrentamos al futuro, al presente que vivimos, y a lo que nos queda por vivir, con la información y la vivencia que teníamos de antes.—Cada vez cuida más las letras...—Creo que siempre he cuidado las letras. Este disco en concreto posiblemente sea al que más horas le he echado, tratando de mejorarlas y de rascar más profundamente en los textos. Y ojalá lo haya conseguido.—¿Sus letras son costumbristas?—Creo que algunas de mis letras son costumbristas, otras tienen un poco más que ver con las imágenes, son un poco más crípticas o más narrativas. Normalmente, las letras más narrativas suelen ser las más costumbristas, las que cuentan una historia. En este disco hay un equilibrio entre letras un poco más oscuras y letras un poco más narrativas o explícitas.—Es amante de la 'americana', pero le gustan cosas contemporáneas.—Sin duda. El último disco de Jeff Tweedy, 'Twilight Override', me vuelve loco. Me parece el mejor disco triple de la historia. No hay muchos, pero éste me parece el mejor.—¿Cuáles son ahora mismo sus discos de cabecera?—Me gusta mucho Joe Henry también. Los últimos discos que ha hecho me vuelven loco y son una referencia para nosotros. Toni (Brunet), Raúl (Bernal) y yo lo escuchamos muchísimo. El disco de Adrianne Lenker, la cantante de Big Thief, me parece una joya. Luego cosas más cercanas como el disco de Gorka Urbizu 'Hasiera Bat' (2024) nos vuelve locos a todos. Las nuevas canciones de Jero Romero nos encantan también. Por decirle cosas más cercanas. Y luego, John Mellencamp, de siempre. Y los últimos discos más todavía. Sobre todo los discos de T-Bone Burnett. Cuando se pone tierno Mellencamp, no con su rock de estadio, el más íntimo y más acústico, me encanta.—¿Cree que la música tiene un poder que sigue vigente?—La música sigue vigente pero no tiene el poder de movilización que tenía en los 60. En los 60, nada más salir 'Blowin' in the Wind', había 57 tíos haciendo grupos, haciendo versiones de esa canción. Había una manifestación por los derechos civiles y esa canción era vehicular, como símbolo verdadero. Eso ahora no pasa tanto a nivel global. Sí en pequeños círculos. Ahora no es tan simbólico como lo era antes. Era como la llave, el mensaje que una generación entera necesitaba oír, a través de una canción. Pero es que entonces el rock movía de verdad a la gente. Antes teníamos el tiempo pero no teníamos los discos, no podíamos comprar tantos discos. Te comprabas un disco y te lo aprendías de memoria, lo asimilabas, aunque al principio no te gustara mucho. Y ese disco formaba parte de tu vida hasta que te comprabas el siguiente disco. Y ahora tenemos todos los discos del mundo pero no tenemos el tiempo para asimilarlos. El exceso de información también está en la música, en la cantidad de discos que se publican cada viernes. Tenemos acceso directo a todos, pero es imposible tener el tiempo para asimilarlos y para darles la oportunidad que necesitan algunos discos para que te traspasen.Noticia Relacionada estandar Si La Tania: «Las copleras eran unas modernas: hay que devolverlas a la palestra» Andrés Castaño Su primer disco actualiza la copla de la mano del productor nusar3000, la guitarra de su pareja Yerai Cortés y la dirección artística de C. Tangana—Se mueve en la independencia, aunque probara en Universal, Warner y Sony. ¿Qué diría de positivo y de negativo de las multinacionales?—Normalmente, tienen más presupuesto para grabar, pero te lo quitan de un porcentaje de los conciertos de los grupos. Las bandas, o artistas, están obligados a darles un 5 o un 10% de los conciertos. Lo que te dan por un lado, te lo quitan por otro. No creo que una multinacional pudiera darme algo que me interese o apoyarme en algo que me sirviera de ayuda para seguir desarrollando mi proyecto. Llevo casi veinte años autoeditándome y me ha quitado muchos dolores de cabeza y mucho encabronamiento. Al final, las multinacionales son grandes corporaciones y es muy difícil entenderte con ellos. Aunque sigo manteniendo muchos buenos amigos dentro de esas discográficas, que me han ayudado a mostrar mi música y un montón de cosas. Las 'multis' no tienen nada que ofrecerme a mí, ni a nadie en general. Igual me estoy perdiendo algo, pero creo que sólo pueden ofrecerme dolores de cabeza. Y además, tampoco creo que ellos estén interesados.