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La BBC admite que debió cortar la emisión en directo de Glastonbury tras los cánticos contra el ejército israelí

La BBC admite que debió cortar la emisión en directo de Glastonbury tras los cánticos contra el ejército israelí

por Ivannia Salazar on junio 30, 2025 at 11:03 pm

«Free, free Palestine» (Libertad, libertad para Palestina), «Death, death to the IDF» (Muerte, muerte a las Fuerzas de Defensa de Israel). Estas fueron algunas de las consignas coreadas el pasado sábado durante el concierto del dúo británico Bob Vylan en el escenario West Holts del festival de Glastonbury. La actuación, transmitida en directo por la BBC a través de su plataforma iPlayer, generó una fuerte polémica política y mediática en el Reino Unido . Dos días después, este lunes, la cadena pública emitió un comunicado en el que reconoce que no debió haber retransmitido esas imágenes sin cortarlas.«El lenguaje antisemita es completamente inaceptable», afirmaron desde la BBC. «De acuerdo con nuestras normas editoriales, no volveremos a ofrecer esta actuación en iPlayer», añadió la cadena, que explicó que durante la transmisión en directo ya se había emitido una advertencia en pantalla sobre contenido potencialmente ofensivo, pero admitió que eso no fue suficiente dadas las circunstancias. «Con la información que tenemos ahora, está claro que deberíamos haber interrumpido la emisión en el momento en que se pronunciaron esos cánticos», reza el comunicado, en el que la cadena añade que «estamos revisando nuestros procesos de supervisión de eventos en vivo para asegurarnos de que nuestros equipos estén mejor preparados para tomar decisiones editoriales en tiempo real cuando surjan situaciones de esta naturaleza». La declaración se hizo pública tras un fin de semana en el que la polémica fue creciendo a medida que las reacciones se acumulaban en redes sociales y medios de comunicación.Aunque el contenido fue retirado de la plataforma bajo demanda, la emisión original ya había sido vista por miles de personas, y el fragmento en cuestión sigue circulando ampliamente en internet. El hecho de que la BBC no contara con un mecanismo de corte inmediato o que no se ejerciera ese control en tiempo real, pese a que el concierto estaba siendo supervisado por un equipo editorial, ha sido objeto de duras críticas por parte de figuras públicas y de miembros del Parlamento. El incidente ha desatado reacciones de líderes de todos los partidos, críticas del regulador Ofcom y el anuncio de una investigación policialLa cadena ha anunciado que revisará sus protocolos para eventos en directo, pero por el momento no ha detallado en qué consistirá esa revisión ni qué nuevas herramientas podría implementar. Tampoco se ha informado si habrá consecuencias disciplinarias para los responsables editoriales que supervisaban la cobertura desde el centro de producción.El incidente ha desatado reacciones de líderes de todos los partidos, críticas del regulador Ofcom y el anuncio de una investigación policial. En medio de un clima social especialmente tenso por la guerra en Gaza , el caso ha reavivado el debate sobre los límites del discurso político en escenarios culturales, la responsabilidad de los medios públicos y el papel del arte como forma de protesta.La controversia comenzó cuando Bob Vylan, conocido por sus letras combativas, introdujo una intervención política durante su set. En el momento en que el vocalista Bobby Vylan pronunció la frase «Free, free Palestine» (Libertad, libertad para Palestina), parte del público respondió con la consigna «Death, death to the IDF» (Muerte, muerte a las Fuerzas de Defensa de Israel). Aunque la letra no formaba parte explícita de la canción, la interacción entre el artista y la audiencia ocurrió en el contexto de la actuación y fue recogida en directo por las cámaras de la BBC.El primer ministro Keir Starmer calificó los cánticos de «discurso de odio repugnante» y afirmó que la BBC debe explicar por qué permitió su difusión. Wes Streeting, ministro de Sanidad, declaró que «tanto la BBC como Glastonbury tienen preguntas importantes que responder», mientras que desde el Partido Conservador, el portavoz de Interior, Chris Philp, pidió a la policía que investigue penalmente a la emisora por presunta incitación al odio. La ministra de Cultura, Lisa Nandy , envió una carta al director general de la BBC solicitando aclaraciones urgentes sobre lo ocurrido.«Nos horroriza lo ocurrido. No hay lugar en Glastonbury para el antisemitismo, el discurso de odio o la incitación a la violencia»En paralelo, el organismo regulador Ofcom confirmó que está recopilando información preliminar y revisará si la transmisión infringió los códigos de emisión que rigen para la cadena pública. También la policía del condado de Avon y Somerset, responsable de la seguridad en el festival, ha iniciado un análisis de las grabaciones tanto de Bob Vylan como de otros grupos, como el trío irlandés Kneecap, cuya actuación también fue objeto de controversia por sus mensajes políticos. En el caso de Kneecap, la BBC optó por no transmitir el concierto, tras conocerse que uno de sus integrantes había mostrado una bandera asociada a Hezbolá en un concierto anterior y enfrenta por este hecho cargos relacionados con terrorismo.Desde la organización del festival, Emily Eavis , codirectora de Glastonbury, expresó su rechazo a los cánticos. «Nos horroriza lo ocurrido. No hay lugar en Glastonbury para el antisemitismo, el discurso de odio o la incitación a la violencia», señaló en un comunicado. En términos similares se expresó la embajada de Israel en Londres, que calificó la retransmisión como un acto de «retórica incendiaria» y recordó que la libertad de expresión no ampara llamados a la violencia.En defensa de su actuación, el cantante Bobby Vylan publicó un mensaje en redes sociales donde afirmó que «enseñar a nuestros hijos a alzar la voz por el cambio es la única manera de hacer de este mundo un lugar mejor». El grupo no ha ofrecido disculpas públicas, pero sí ha insistido en que su intervención fue una expresión de solidaridad política con el pueblo palestino. La agencia que representaba a Bob Vylan, United Talent Agency, anunció poco después que deja de trabajar con ellos.

Polémica en el Festival de Glastonbury: la Policía investigará si hubo un acto de antisemitismo

Polémica en el Festival de Glastonbury: la Policía investigará si hubo un acto de antisemitismo

por Afp/Ep on junio 29, 2025 at 6:22 pm

El trío de rap Kneecap , conocido por sus declaraciones propalestinas y porque uno de sus miembros está acusado de apoyo a Hizbolá, subió este sábado al escenario del Festival de Glastonbury, pese a que el primer ministro británico, Keir Starmer , pidió que fuera retirado del cartel. El grupo norirlandés ha sido noticia en los últimos meses por su apoyo a la causa palestina y por el proceso contra uno de sus miembros, acusado de un delito de «terrorismo» por haber mostrado supuestamente una bandera del movimiento libanés proiraní Hizbolá durante un concierto.«Glastonbury, ¡Soy un hombre libre!» , dijo Liam O'Hanna, que compareció ante un tribunal a principios de mes acusado de exhibir una bandera de Hizbolá y de haber gritado «¡Arriba Hamás, arriba Hizbolá!», en referencia al grupo islamista palestino durante un concierto en Londres el año pasado. Tanto Hizbolá como Hamás están prohibidos en el Reino Unido y es un delito expresar apoyo a estos grupos armados.Mo Chara, del grupo Kneecap, en apoyo a Palestina durante su concierto en Glastonbury EfeO'Hanna, conocido por su nombre artístico Mo Chara, niega los cargos. «Esta situación puede ser muy estresante, pero es algo nimio comparado con lo que sufre el pueblo palestino», declaró O'Hanna, que lució una kufiya y gafas oscuras durante el concierto ante miles de seguidores en Glastonbury, muchos de ellos con banderas palestinas. También dedicó unas palabras de reconocimiento a Palestine Action Group, una organización que la ministra del Interior británica, Yvette Cooper, anunció la semana pasada que será ilegalizada en virtud de la ley antiterrorista.Otro miembro de la banda de raperos DJ Provai lució una camiseta dedicada a este grupo de activistas, que el gobierno quiere ilegalizar después de que varios de sus miembros irrumpieran en una base de la Fuerza Aérea Británica y destrozaran dos aviones.Antes de la actuación de Kneecap, el dúo de rap punk Bob Vylan instó a la multitud a corear el lema «Muerte, muerte, muerte a las IDF» , en referencia a las siglas en inglés para designar a las Fuerzas Armadas de Israel.Desde las acusaciones contra O'Hanna, varias actuaciones del grupo en Escocia y Alemania fueron anuladas. Sin embargo, los organizadores de Glastonbury desafiaron al primer ministro británico , que declaró que no es «apropiado» que Kneecap actuara en el festival, uno de los más importantes del Reino Unido. «A las personas que no les gusten las políticas de este evento pueden irse a otro lado», declaró el cofundador del festival, Michael Eavis , en un artículo publicado en un medio gratuito distribuido a los participantes del festival.Provai, del grupo Keecap, en el Festival de Glastonbury ReutersLa Policía británica ha anunciado una investigación por los cánticos de este pasado sábado contra las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), el Ejército del país, durante el festival de música de Glastonbury, cuya organización ha condenado como un acto de «antisemitismo» . «Estamos al tanto de los comentarios realizados por los artistas en el escenario 'West Holts' en el festival de Glastonbury esta tarde. Los oficiales evaluarán las pruebas en vídeo para determinar si se ha cometido algún delito que requiera una investigación criminal», ha sostenido la fuerza policial británica desde su cuenta oficial de la red social X.La Policía se refería al dúo punk Bob Vylan, cuyo solista, Bobby Vylan, enfervorizó a decenas de miles de asistentes nada más comenzar su concierto a los gritos de «Death, death, death to the IDF» (Muerte, muerte, muerte a las IDF), acusadas por organismos internacionales de cometer actos de matanzas indiscriminadas contra la población civil durante la guerra de Gaza. También podría ser investigado el grupo de rap irlandés Kneecap, que ha incitado a los asistentes a su concierto a provocar «disturbios» en la próxima cita que uno de sus miembros tiene con la Justicia de Reino Unido.La organizadora de Glastonbury, Emily Eavis , hija del fundador del festival, ha condenado los cánticos y lamentado que «se han pasado de la raya» , según un comunicado recogido por la cadena británica Sky News. «Sus cánticos sobrepasaron totalmente los límites y les recordamos urgentemente a todos los involucrados en la producción del Festival que en Glastonbury no hay lugar para el antisemitismo, el discurso de odio ni la incitación a la violencia«, ha manifestado. En la nota, Eavis ha explicado que »como festival nos oponemos a todas las formas de guerra y terrorismo, y siempre creeremos en la esperanza, la unidad, la paz y el amor, y haremos campaña activamente por ellos«, los comentarios de un artista »nunca deben verse como un respaldo tácito a sus opiniones y creencias«.

La soprano Pilar Alva-Martín defiende la voz del maestro Juan-Alfonso García en el Festival de Granada

La soprano Pilar Alva-Martín defiende la voz del maestro Juan-Alfonso García en el Festival de Granada

por Alberto González Lapuente on junio 29, 2025 at 4:02 pm

La renacentista Casa de los Tiros de Granada acoge hasta el 7 de septiembre una exposición dedicada al músico Juan-Alfonso García (1935-2015) en el décimo aniversario de su muerte, personaje esencial en la consolidación cultural y contemporánea de la ciudad, más allá de los nombres icónicos que habitualmente le sirven de estandarte. García nació en Extremadura, pero se instaló pronto en la capital andaluza. Convertido en sacerdote, ejerció como maestro de capilla de la catedral formando parte de ese escaso grupo de religiosos que creyeron en la música como parte nuclear de la liturgia católica y que la defendieron bajo principios de calidad que nada tienen que ver con la vulgaridad acústica que ha terminado por invadir el templo con el mismo descaro que los mercaderes lo convirtieron en cueva de ladrones.Un resumen acelerado de su trayectoria profesional explica que escribió más de medio millar de obras muy centradas en la voz y en el órgano, con incursiones en el repertorio de cámara, el piano y lo orquestal. La ambición estética y el afán de superación le llevó a trascender principios estrictamente tradicionales, accediendo a lenguajes más expresivamente modernos, en su caso con una muy interesante extensión hacia el ámbito profano. Este detalle es revelador, pues explica su fama como maestro de compositores en una amplia horquilla temporal que va desde José García Román, que este año celebra su 80º cumpleaños; a Francisco Guerrero, fallecido en 1997, Manuel Hidalgo y, el más joven, José María Sánchez Verdú, de 1968: todos ellos implicados en el desarrollo de una música escritas con ambición contemporánea.La exposición granadina retrata a un compositor culto, de sólida formación, curioso ante el mundo, pero también encerrado en su atalaya granadina, porque ante todo, Juan-Alfonso García antepuso la responsabilidad a la estricta promoción individual. En su ejemplo se rastrea la tradición de los viejos maestros de capilla para quienes la cátedra era sinónimo de taller. La 'bottega' italiana o las academias españolas, configuradas como 'congregación de estudiosos' son casos que, trasladados al ámbito musical, ayudan a entender la labor de Juan-Alfonso García y su significación en la sociedad granadina de la época.Noticia Relacionada estandar No Ivan Fisher: el hombre tranquilo que sacude a Mahler Alberto González LapuenteLuego está el perfil personal que traza la minuciosidad gráfica de sus manuscritos, sobre los que volcaba borradores de cartas y partituras; la reveladora colección de escritos musicales que analizan fenómenos muy distintos ya sea Correa de Arauxo y su 'Facultad orgánica' o a Stravinski ; o su propia creación con base en dos partituras esenciales: el «Cantico espiritual» (1989), oratorio a partir de san Juan de la Cruz, y 'Paraíso cerrado' (1981), sobre el granadino Soto de Rojas, encargo del Festival de Granada , donde se estrenó con dirección musical de Cristóbal Halffter. La exposición 'Juan-Alfonso García y la Nueva Música en Granada' está comisariada por el musicólogo Reynaldo Fernández Manzano, otro alumno de García, por Cecilia García-Nieto y por Pilar García Martín, a quienes se debe el cuidado, estudio y promoción del legado actualmente depositado en el Centro de Documentación Musical de Andalucía.Numen Ensemble Desde la Casa de los Tiros, la obra de Juan-Alfonso García tiene eco en varios conciertos del Festival de Granada, del que fue director entre 1976 y 1978, proponiendo también estrenos e interpretaciones de obras de sus alumnos. Es el caso del conjunto Numen Ensemble que ha grabado su música coral; del Trío Arbós reflexionando sobre el magisterio de García; de un conjunto de solistas de la Orquesta Ciudad de Granada que, dirigidos por Nacho de Paz, relacionan la obra de Ravel , Boulez y Berio con un estreno de José García Román como homenaje en su ochenta cumpleaños; además del guiño de Michel y Yasuko Bouvard en su recital organístico y las obras incorporadas en los conciertos de la Orquesta Ciudad de Granada y Juanjo Mena, la Barroca de Sevilla con Ignacio Ramal, y la Academia Barroca del Festival de Granada dirigida por Carlos Mena.Entre todos ellos surge el recital de la soprano Pilar Alva-Martín con el pianista Stefano Arena en referencia a la canción, sin duda una de las partes más reveladoras del catálogo de Juan-Alfonso García. Lector impenitente de poesía, hay una curiosa admiración por los autores andaluces y, más aún, por los granadinos. Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Lorca, Luis y su sobrino Gerardo Rosales, Juan Gutiérrez Padial y Rafael Guillén dan forma a los 'ocho lieder', ilustrativos de una vena melódica de poderoso vuelo lírico y ejemplo de un encuentro estético en el que se funde lo tradicional y lo expansivo. «Fuego y sentimiento», sobre Jiménez, caminando desde lo inmaterial a la estricta evanescencia, mostró claramente la calidad pianística de Arena y la muy sólida preparación de Alva-Martín. El recital partía del gesto y la dramatización, muy evidente en 'Aprendiendo a ser hombre' sobre Luis Rosales, incluso ante la atmósfera religiosa de 'Río anónimo' sobre Gutiérrez Padial. En este sentido, la sutil manera en la que se unió el segundo de los 'Tres movimientos de danza' para piano solo con la temprana canción andaluza, 'Tus ojillos negros', de Manuel de Falla, vino a revelar modelos que García aprendió de Valentín Ruiz-Aznar, su maestro clérigo e íntimo del compositor de 'Atlántida'. Fuera de programa, en respuesta al aplauso de todos los espectadores puestos en pie, Alva-Martín y Arena recordaron las 'Canciones españolas' de Ruiz-Aznar.Pero antes se había escuchado a Alva-Martín apareciendo desde el fondo de la sala mientras exclamaba 'Gritando su dolor', que Juan-Alfonso García escribió sobre Gutiérrez Padial y Gerardo Rosales. Tras una breve pausa se impuso la música de Manuel de Falla y de Joaquín Turina, con la 'Andaluza', las poco divulgadas y algo convencionales 'Canciones de María Lejárraga' y la 'Trois mélodies', al margen del más estereotipado 'Poema en forma de canciones' del autor sevillano. El calado racial, enfatizado por el mantón sobre los hombros o el clavel lanzado desde el escenario, vino a añadir una nota de carácter al tiempo que rubricó la rotunda actuación de dos intérpretes inteligentes y comprometidos, cuya presentación en el Festival de Granada es ya un espacio de referencia en sus carreras. El ciclo 'Juan-Alfonso García y la Nueva Música en Granada' se postula como un hecho diferencial del Festival de Granada de este año, pero es, ante todo, el reconocimiento vivo al legado artístico de un autor que fue mucho más que un maestro de compositores.

Imagine Dragons: rock, fiesta y mucha nostalgia

Imagine Dragons: rock, fiesta y mucha nostalgia

por Miriam González Ruiz on junio 29, 2025 at 2:23 pm

Este concierto no era una parada más de la gira por Europa. Para unos era el sueño de su vida, para otros el espectáculo de la década y para muchos un concierto inolvidable. La última vez que Imagine Dragons cantaba en España era 2022, tres años después echan abajo la casa del Atlético de Madrid, campo duro, pero que si lo trabajas, puedes ganártelo con facilidad. Un 'sold out' de estadio en pie , sin descansos, sin dejar de saltar, cantar y emocionarse. Elevando el rock al cielo madrileño.La noche caía sobre la capital -aunque las temperaturas se mantenían bien altas- y el Metropolitano vibraba con Dan Reynolds , fundador y líder de la banda, que no paró de bailar por el escenario y la pasarela en forma de guitarra. Los primeros acordes ponían la piel de gallina, un solo de batería que hizo temblar a todo el estadio y las luces de mil colores que daban el pistoletazo de salida a un espectáculo para el recuerdo. El cantante es un ejemplo a seguir para miles de personas de todo el mundo, con temas que hablan de los demonios de la depresión (' Demons ', canción con más de 2.748 millones de reproducciones en Spotify) o la lealtad y el dolor en ' In Your Corner '. Actitudes hacia la vida que dejaba claras una vez más, proclamando que, «si estás solo, exprésalo, háblalo con alguien. Yo mismo he ido a terapia durante años». Además, mostró su apoyo a la comunidad LGTBIQ+ en su día de reivindicación con una guitarra pintada con los colores de la bandera trans y un corazón con la del orgullo.Noticia Relacionada estandar No Imagine Dragons 'actuará' en directo mañana en Sevilla: todos los datos del concierto de cine Qué Plan La mítica banda se unió a la LA Film Orchestra para ofrecer un espectáculo audiovisual único en un escenario icónicoLos estadounidenses dieron un concierto al alcance de muy pocos. Entregaron a los presentes fuegos artificiales en temas como ' Thunder ', torrentes de confeti, columnas de fuego y animaciones personalizadas para cada canción; durante ' Bones ', un esqueleto animado bailó en las pantallas gigantes dignas de Times Square. Una auténtica fiesta veraniega con abanicos yendo y viniendo, pelotas de playa gigantes durante ' Take me to the beach ' y el intérprete bajando al foso para saludar a sus seguidores en más de una ocasión.La magia surgía sobre un escenario que acogía por primera vez al cantante oriundo de Las Vegas, quien, de forma irónica, preguntaba al público español «¿cuánto tiempo, no?» . Con la voz entrecortada y la lágrima al límite -sin llegar a caer- recordó su primera actuación en España y señalaba emocionado al Metropolitano lleno. «Doy las gracias por este regalo, gracias por cantar conmigo». Danielito, como rezaba la camiseta de la selección española de fútbol que le regaló un fan y, como contó él mismo, según el mote que le puso su profesor de pequeño, cantaba ' I bet my life ', un clásico que este año cumple su primera década.'LOOM' (Interscope, 2024) es el disco que da nombre a esta gira y que hace en Madrid su primera parada de España. El martes viajará a Barcelona para romper el suelo del Estadio Olímpico. Los grandes protagonistas de la velada no fueron las canciones de este nuevo álbum, sino los éxitos de la banda. 'Whatever it takes', ' Natural ', 'Bad Liar', 'Believer' y ' Radioactive ', esta última coreada a capela por los casi 70.000 seguidores presentes. Temas intergeneracionales que cantaban desde las parejas hasta los padres con sus hijos. La emoción, la ternura y la nostalgia recorrían el estadio, desde el que pagó 65 euros por su entradas hasta los que desembolsaron 7.000 para verles.Un grupo sin miedo a mostrarse como es. Hijos del rock puro -' Fire in these hills '-, con influencias indie-folk -' Next to me '- y convirtiendo ' This is my kingdom come ' en una balada al piano que, segundos después, sería energía pura. Con tintes comerciales, pero sin olvidar sus referentes y siempre siendo fieles a ellos mismos. Ofrecieron un show que engrandece el rock actual. Aunque su canción 'Enemy' proclame que «todo el mundo quiere ser mi enemigo», nadie podrá negar que Imagine Dragons llegó hace más de 15 años para sellar su paso por la historia de la música a fuego vivo.

Rusalka brilla en el Liceu con Grigorian, Beczala y Pons al frente

Rusalka brilla en el Liceu con Grigorian, Beczala y Pons al frente

por Pep Gorgori on junio 29, 2025 at 8:17 am

En la partitura de 'Rusalka', Antonin Dvorak plasma los aprendizajes de una vida dedicada a explorar la belleza del sonido a partir de la tradición clásica centroeuropea y de los sustratos folklóricos de su Bohemia natal y de los pocos indígenas que quedaban en el país que lo acogió unos años: Estados Unidos. Poco caso le hacemos a su música , excepcional en cualquier género, desde el cuarteto de cuerda hasta la sinfonía, el poema sinfónico y, por supuesto, la ópera. Estos días, podemos verlo en el Liceo de Barcelona .Ópera Rusalka Música: A. Dvořák Intérpretes: A. Grigorian, P. Beczala, O. Von der Damerau, K. Mattila. Orquesta y coro del Liceo. C. Loy, escena. J. Pons, director. Fecha: 25 de junio. Lugar: Gran Teatro del Liceo, Barcelona. 4En el aria más conocida de esta 'Rusalka', pone a trabajar cada voz y cada instrumento con un nivel de detalle que nos permite captar a la perfección ese amor por la buena música. Mientras la soprano embelesa al público, el arpa va haciendo unos arpegios con semicorcheas, pero quedan siempre truncados por una sutil pausa. Mientras tanto, los violines la imitan en pizzicato, pero con un cierto decalaje: ellos tienen la pausa al inicio del compás, y no al final, de manera que cuando calla el arpa, suenan los violines con un timbre muy similar y sin embargo distinto. Es uno de los recursos con los que Dvorak crea una sensación de ondulación, de estar en el fondo del mar sumergidos con la sirena enamorada que protagoniza el drama.Si esto puede decirse solamente de unos compases en una obra de tres horas, imagínense lo que será tener toda esa partitura en la cabeza para dirigirla en el Liceo. El maestro Josep Pons finaliza su larga etapa como director titular de la casa con esta 'Rusalka' que viene a confirmar lo que hace años que sabemos: que ha llevado a la orquesta a unos niveles que, cuando él llegó, no podíamos ni imaginar. Su amor por el detalle se pone de manifiesto en cada momento, combinado con su instinto teatral, que le permite crear un relato musical sólido, bello y emocionante. En resumen: hacer música, y de la buena.Claro que, para lograrlo, también es necesario tener complicidades tanto en el foso como sobre las tablas. Y ahí es donde está, precisamente, el punto más fuerte de la producción que puede verse estos días en el Liceo. Asmik Grigorian está sublime como Rusalka, siendo capaz de abordar con solvencia intachable tanto las arias más preciosistas como los pasajes más endiablados. Pero es Piotr Beczala quien se lleva el gato al agua con su príncipe. Con 58 años, su voz conserva su hermoso timbre, y su técnica le permite el lucimiento que quiera a cada nota. Esto, unido al gusto musical que venimos celebrando hace décadas, lo consolida, si es que hacía falta consolidarlo, como uno de los mejores tenores de la escena actual. Una actuación encomiable, sin fisuras, con brillo impresionante cuando es necesario y con la más hermosa sutilez cuando se requiere. El público de Barcelona sigue rendido a sus pies, y se diría que va para largo.El resto del reparto no desmereció ni lo más mínimo. Okka von der Damerau brilló como bruja, cosa que es muy de agradecer. Se merecía participar de una producción exitosa después de ser de las pocas cosas salvables de aquel 'Lohengrin' de infame recuerdo que soportamos hace unos meses. Alexandros Stavrakakis y Karita Mattila se lucieron también como Vodnik y princesa, respectivamente.Sobre la dirección escena de Christof Loy , poco que comentar. Es de las que serviría igual para una 'Rusalka' que para unas Bodas de Fígaro, una Traviata o un Holandés errante. Personajes vestidos con trajes bien hilvanados y cosidos, a partir de unos patrones bonitos, con sus pespuntes y sus remates, pero totalmente anodinos en general. Cierto es que no molesta, pero tampoco ayuda a seguir la trama . Queda raro que se hable tanto de mares y de bosques cuando en ningún momento salimos de un salón de un palacio cualquiera. Es como si todo se hubiese resumido una única norma: todo vale, menos hacer lo que el libreto dice que tenemos que hacer. A veces funciona, a veces no funciona, y a veces aburre. Y en este caso no sabemos si es la segunda opción, la tercera o ambas a la vez. Viniendo de aquella producción de hace años en el Liceo, en la que Rusalka era una prostituta que se enamoraba de un cliente, cualquier cosa nos parece más o menos digna, pero... ¿llegaremos a ver algún día alguna Rusalka que sea una sirena? Eso sí que sería una absoluta innovación, una idea del todo rompedora con el panorama que tenemos.